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47     PLEITA Y TOMIZA

l esparto crece espontáneamente en terrenos áridos y pedregosos de muchas zonas de La Mancha. De los bordes de esta planta salen los hilos que se arrancan cuando están verdes; estos hilos son la base de los aparejos del esparto: trenzados a tres ramales formando cordeles son las llamadas tomizas, y tejidos formando tiras anchas, las pleitas. La pleita se cosía normalmente con tomizas, y se basteaban (se reforzaban) con tomizas más gruesas llamadas tomizones.


Planta de esparto
Planta de esparto

Puede utilizarse enseguida de haber sido arrancado, siempre y cuando haya estado durante unos veinticinco días secándose al sol, con lo que pierde peso, pero adquiere el color dorado característico. Después, los manojos se estrujan con la mano o se golpean con mazas de madera sobre una piedra para que resulten más flexibles, y se introducen en agua durante un día para que consigan más suavidad. Este tipo recibe el nombre de esparto crudo o en rama, muy utilizado para hacer pleitas.

También puede utilizarse cocido, para hacer tomiza, escaldándolo en una caldera para ablandarlo.


Tomiza
Tomiza

Hay 4 tipos de trenzados, el de cinco, de quince, de diecisiete y veintiún ramales de pleita. Con estos 4 tipos de trenzados podemos hacer, aguaderas, utilizadas para traer cántaros de agua; serones, de forma alargada, como barcas, ideales para llevar el estiércol al campo o para traer melones o sandías; seras, de forma cilíndrica y de altura aproximada de un metro, empleadas para el transporte de aceitunas, uvas o cualquier otro producto; espuertas y esportillos, como las seras pero en tamaño decreciente; ceberos, utilizados en las cuadras para echar de comer a las caballerías; esteras, cuadradas y redondas; forros para recubrir el suelo y los laterales de carros y galeras, y multitud de otras cosas menores: asientos para sillas, moldes para quesos, soplillos, capachos, forros de botellas y garrafas y todo tipo de sogas, cordelillos y ataderos.


Pleita
Pleita

Molde para queso manchego
Clásico molde de esparto para queso manchego con las tablas para marcar la flor

Tanto la fabricación como la reparación de todos estos utensilios se llevaba a cabo por casi todos los labradores de los pueblos; sólo con sus manos y alguna rudimentaria aguja fabricada por el herrero.

También había artesanos especializados: los esparteros, que se transmitían el oficio de padres a hijos; pero, en los años sesenta la goma se apoderó del esparto, entre otras cosas porque era más resistente a las inclemencias del tiempo, y las seras y espuertas perdieron su utilidad.


Espartero trenzando pleita
Espartero trenzando pleita para seras y espuertas

Aún hoy quedan personas, normalmente de edad avanzada, dedicadas a estos menesteres, aunque solo por entretenimiento o para rellenar unos ratos de ocio.

Recuerdo en Criptana a Salcedo, El Espartero, siempre sentado en una silla de madera en la puerta de su casa, en la calle Castillo, dale que te dale con su pleita y el manojo de esparto bajo el brazo. Elegía los más largos, los colocaba de ocho en ocho, planos y en paralelo, formaba una especie de cinta, que entre sus manos, con otros dos conjuntos iguales, iba entrecruzando con sus ágiles manos para ir trenzando las fajas de pleita de mayor o menor anchura. A veces ayudaba su mujer, y también los hijos hasta que se hicieron mayores. Luego éstos no siguieron en el oficio; vino la crisis del uso del esparto y se dedicaron al transporte con camiones.


Trabajos con el esparto
Espuerta, serón para burro, garrafa forrada y serijo